Estimada prensa:
Pertenezco a un grupo musical con cierta
figuración
mediática y discos editados por un sello. Con mucho
esfuerzo
hacemos nuestro trabajo, ya sean grabaciones,
giras y otros proyectos.
Siempre de manera
independiente hemos tenido grandes logros que han
sido
consignados por ustedes y por el público. Como
trabajar de esta
manera es en extremo difícil en
términos monetarios, postulamos este año al
Fondo de
la Música con un proyecto. Lamentablemete no fue
seleccionado
pese a su excelente evaluación. ¿La
razón? No hay suficientes fondos para
todos.
Esta no es un carta de denuncia propiamente tal pero
tiene el
objetivo de reflexionar frente al actuar de
los jurados del reciente Fondo de
la Música 2007.
Si revisamos la nómina de proyectos seleccionados
en
el sitio
http://www.fondosdecultura.cl, vemos
que
Angelo Pierattini del grupo Weichafe se adjudicó
alrededor de $5
millones de pesos para publicar un
disco en vivo. Lo que no aparece en el
sitio es que
uno de los miembros del jurado que evaluó su proyecto
es
Pablo Ilabaca (del grupo Chancho en Piedra), músico
quien realiza en este
momento junto a Pierattini un
disco con la banda sonora de la película 31
Minutos.
Esta sola vinculación es causal de incompatibilidad en
cualquier
lugar del mundo, e implicaría la renuncia
del jurado particular o la
anulación del proyecto.
Súmenle a esto que la mánager de Weichafe,
Mónica
Farías (obviamente directa colaboradora de Pierattini)
también
trabajó en la asignación de proyectos del
Fondo la Música 2007. Pese a los
discursos de
transparencia que suelen reinar en las autoridades
del
Consejo de Cultura, esta información no se encuentra
disponible en el
sitio oficial.
Estarán de acuerdo en que esta cuestionable
situación
es digna de una denuncia, algo que incluso se
establece en las
bases del fondo. Pero ¿quién dará la
cara en denunciarlo formalmente? ¿Algún
músico como
yo, para que luego vea menoscabada su siempre
difícil
actividad? (de ahí el anonimato de esta carta).
Hace un par de
años también el bajista de Los Jaivas,
Mario Mutis, asignó fondos como jurado
de la Dirección
de Relaciones Exteriores a un proyecto cultural de
Ignacia
Edwards, quien hasta hacía poco trabajaba de
mánager de su mismo
grupo.
Esto nos lleva a reflexionar respecto a otras
asignaciones no
irregulares pero sí quizá con falta de
criterio. Del total del fondo
destinado a la Música
2007 (alrededor de $200 millones de pesos para todo
el
país), el conductor Julio César Rodríguez se lleva $50
millones (o sea,
un cuarto del fondo total) para un
programa en Mega que en su sección final
contará con
una banda invitada a tocar en vivo. No se trata de un
programa
musical, sino de uno donde los músicos son
invitados secundarios.
Poco
le dedican a la música chilena la televisión
abierta y las radios de
consorcios multinacionales.
Como ha pasado en años anteriores con los
programas
Nación Rock & Pop en Radio Rock & Pop, o De local
en
Radio Carolina, estos son ejemplos del chantaje
cultural de estos
medios de comunicación al
intercambiar difusión de música nacional por fondos
de
Cultura, siendo que tienen todos los recursos tocar
música chilena y la
sola voluntad de sus programadores
generales podría revertir su
indiferencia.
Otro caso de descriterio es asignar fondos a
músicos
como Fernardo García, quien ya ha sido galardonado con
los Premios
Presidente de la República y el Premio
Nacional de Artes mención Música el
año 2002 (ambos
que van acompañados de varios millones de
pesos).
¿Necesita él financiar un disco con el fondo de la
Música? No
resiste mayor análisis mencionar a Andreas
Bodenhofer, quien por enésima vez
gana fondos de
cultura para realizar discos y otras producciones.
Son
otros medios y músicos quienes necesitan de esos
fondos.
Es difícil
que cambien situaciones irregulares en la
asignación de fondos concursables
como estas, que se
repiten año a año. Habría que cambiar la mentalidad
de
las personas, tal vez suceda en otra generación.
No obstante, los
invito a investigar y hacer públicas
estas situaciones (seguro encontrarán
muchos más
ejemplos), a fiscalizar de alguna manera con vuestro
rol de
periodistas y comunicadores. Muestren la poca
transparencia, las
irregularidades, las
incompatibilidades y el compadrazgo de
estos
personajes, por último para que el público entienda
porqué existen
proyectos que terminan acaparando estos
dineros de todos los chilenos sin
merecerlos.
Santiago, 23 de mayo del año 2007.