Manhattan,
vivos días
desolados,
luz de los
muertos,
ilumina a
Manhattan,
en este mar de
cenizas,
de torres
muertas.
Septiembre quema el
viento y más
de estos torpes
tiempos.
¿Las golondrinas
pesan
más
vivas
que
muertas?
Es
Manhattan,
no he
caminado
por otra
oscuridad,
bajo la nieve de
ojos
tan
ciegos.
Qué sorpresa,
Manhattan,
en esta
primavera
a la muerte le
chirrian
los
dientes,
no son de oro, ni de
plata,
pero se ven
relucientes,
frente a la
vida,
frente a la
muerte.
Manhattan,
ven,
vamos,
a recorrer la
ciudad,
donde exista
futuro.
Rolando
Gabrielli©2006
http://rolandogabrielli.blogspot.com
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