LA ÑUÑOA QUE QUEREMOS
El tema no es si
las actuales construcciones de la comuna seguirán existiendo o no. Por cierto
que es importante conservar sitios tradicionales, construcciones emblemáticas,
barrios de interés histórico o arquitectónico. Pero, no es un asunto de "casas",
sino de estilo de vida.
Soñamos con una comuna que conserve su estilo
amable y grato, que promueva el uso de los espacios públicos e incite a los
vecinos a relacionarse. Una comuna a escala humana; donde los edificios – más
allá de su altura – sean estructuras amable y no agresivas; donde el comercio no
sea sólo de grandes supermercados lejanos sino de almacenes locales; donde las
calles faciliten el encuentro y el paseo; con muchos espacios públicos gratos;
con sol en las veredas y en los patios; con un pasar más lento y más grato; sin
calles ni instalaciones que resulten violentas; donde la solidaridad y la
empatÃa inunden el espacio; plazas donde los niños jueguen y las parejas se
besen. En fin, la grata comuna que siempre hemos tenido.
Convencido del
valor de la democracia como espacio polÃtico adecuado para el desarrollo de la
sociedad, escuchamos a los vecinos y nos damos cuenta que ellos no quieren
frenar el desarrollo de la comuna o impedir la modernización de la ciudad. Sólo
quieren que la vida entre nosotros siga siendo amable, que tenga sol para todos
y que vivir en el territorio del ñuño sea grato.
Requerimos que en los
barrios residenciales del interior los edificios no sean exageradamente altos,
tengan jardines integrados a la calle, no hayan rejas ni murallones que corten
la relación de los caminantes con el inmueble y las casas aledañas tengan
derecho al sol.
"Para eso necesitamos que cuando se construyan
edificios, las empresas constructoras no se comporten como si estuvieran
reconstruyendo un paÃs deshabitado o en el que sus habitantes son enemigos. Ser
amables para compartir aire, sol y vegetación, ser amables y tolerantes en el
proceso constructivo, respetando las normas vigentes y abriéndose a reconocer en
los otros a personas que tienen derechos radicalmente humanos para vivir en
concordia y armonÃa con los demás y con el entorno."
Es preciso actuar
con celeridad, en orden a modificar el Plan Regulador, realizando todas las
acciones necesarias para obtener que la autoridad regional no demore en resolver
tanto como se acostumbra. Se deberá comprometer en ello a las autoridades
polÃticas, incluidos los parlamentarios.
Los vecinos organizados pueden
canalizar sus reclamos, proponer ideas, realizar acciones de fuerza democrática
y tener actuaciones legales con cierta fortaleza. Los vecinos organizados en
juntas de vecinos, comités de adelanto o comandos de lucha por los derechos de
todos, pueden lograr todo lo que se propongan en un plazo razonable.
La
Unión Comunal de Juntas de Vecinos nos ha dicho en un documento:
"Durante las
últimas décadas Santiago se ha ido "comiendo" terrenos agrÃcolas y
precordilleranos y los montes de nuestro entorno no tienen casi árboles. Los
ñuñoÃnos vivimos en un valle encerrado que impide una adecuada ventilación y que
nos tiene asfixiados por la contaminación de su aire. El tránsito de las comunas
vecinas y ocasionales avalanchas de agua y lodo son un precio duro de pagar.
Las polÃticas de Vivienda para el Gran Santiago han ido por el lado de
crear zonas de expansión urbana y densificar, lo que favorece el aumento
explosivo de la población. Todo esto entregado exclusivamente al mercado.
Las consecuencias por todos conocidas son una ciudad contaminada, una
ciudad con "guettos", una ciudad con vÃas congestionadas, una ciudad donde sus
habitantes deben recorrer grandes distancias para llegar a sus lugares de
trabajo y de estudio. En resumen, una ciudad donde vivir se hace desagradable.
La densificación, tal cual se está implementando en nuestra Comuna, está
creando serios problemas colaterales, a saber: la aparición inorgánica de
edificios, las casas isla y las casas con conos de sombra, los desplazamientos
de la población más carente hacia la periferia, el colapso del equipamiento
urbano y los servicios públicos."
Frente a esta situación, nos dicen, es
preciso formular polÃticas y generar normativas que apunten a mejorar la vida de
los habitantes de la ciudad.
"Densificar en paños de terreno lo
suficientemente grandes para evitar conos de sombra y casas isla, debiendo
medirse los impactos ambientales que creen estas edificaciones y permitiendo la
existencia de amplias áreas verdes. Debemos construir en una unidad básica no
menor a una manzana, de tal forma de provocar grupos armónicos de viviendas, con
parques y estacionamientos suficientes, cuidando además las externalidades que
se generen en relación a las manzanas circundantes y a la vialidad. Esto
evitará, además, el uso de los subsuelos vecinos en forma arbitraria.
Debemos densificar, sÃ, pero no de cualquier forma y a cualquier precio,
confiando en las bondades del mercado.
Construir grupos de viviendas y
equipamiento urbano para los grupos socioeconómicos más carenciados, a la par
que para los sectores más pudientes, buscando producir la integración social.
Deberemos construir en Ñuñoa viviendas sociales para los hijos de los ñuñoÃnos
pobres y para aquellos que deban abandonar sus viviendas sociales o de
autoconstrucción para remodelar sectores. No es aceptable que en Ñuñoa solo se
construya hasta para los grupos socioeconómicos C2."
"Gran importancia
deberá darse a la constructibilidad de los terrenos, en beneficio de las áreas
verdes, los estacionamientos y los factores de vida comunitaria asociados.
Debemos mejorar el equipamiento de servicios públicos en la Comuna, lo que
implica una mejora en mayor calidad y equiparidad en los Consultorios y
Colegios, con el fin de evitar la inducción a viajes innecesarios, logrando que
los pacientes y los estudiantes permanezcan en Ñuñoa, cerca de sus casas,
buscando descomprimir al máximo las vÃas y los servicios de locomoción. También
requerimos aumentos de dotación en materia de seguridad. Sin esto no es
aceptable seguir aumentando nuestra población, ya que no aseguraremos una mejor
calidad de vida."
Es urgente la creación de una Corporación de
Desarrollo Urbano de Ñuñoa, con integración de la comunidad, que permita
gestionar, con agilidad operativa y en forma permanente, proyectos de interés
comunal en el área inmobiliaria y vial, incentivando a las inmobiliarias a
trabajar en coordinación con esta Corporación, además de fortalecer la
fiscalización.
"La renovación urbana es buena, siempre y cuando
signifique aumentar los beneficios para sus habitantes, pero además es un
ejercicio complejo, que debe ser meticulosamente evaluado y al menos debe
corresponder a un Plan Maestro, elaborado por especialistas y que sea el fruto
de la participación o consulta de la comunidad y en el caso especÃfico de Ñuñoa,
de los afectados."
Los arquitectos Marcelo Carvallo y Daniela Donoso, en un
documento titulado "ASPECTOS CENTRALES ESTRATEGIA DE DESARROLLO URBANO ÑUÑOA"
proponen una estrategia de trabajo para resolver el conflicto que hoy vivimos
los vecinos de la comuna. Destacaremos algunos párrafos escogidos.
Ellos
nos dicen:
"El crecimiento comunal se ha dado fundamentalmente por un todavÃa
controlado aumento de densidades en zonas especÃficas de la comuna
[1], articuladas con el carácter especÃfico de los barrios que la conforman
y estructuran. Ello ha permitido la convivencia de la actividad residencial en
armonÃa con la infraestructura de apoyo como calles y servicios, y la
conformación de espacios a escala metropolitana, fundamentalmente relacionados
con las actividades recreativas y culturales, las que no han afectado el
carácter de sus barrios.
Tal vez algunos de los elementos que han
permitido la mantención de estas armonÃas son la estructura de sus espacios
públicos (proporciones de calles por ejemplo), las caracterÃsticas
arquitectónicas de sus edificaciones, la presencia de espacios de encuentro
barrial y una especial mezcla de niveles socioeconómicos.
Sin embargo,
también es cierto que dicha situación idÃlica no es posible mantenerse en el
tiempo. La efectiva presión inmobiliaria dada una demanda por habitaciones
cercana al centro, junto con la presencia de sitios de tamaño medio y superior,
los que acogen en muchos casos construcciones ya obsoletas para el uso
residencial, fundamentalmente dado el alto costo de mantención de ellas, y una
normativa urbana que no ha dado cuenta de los modos de crecimiento posibles y
sustentables, ha derivado en que hoy en dÃa, la comuna esté sometida a las
tensiones entre las comunidades que se reconocen desde los distintos barrios y
los intereses inmobiliarios.
Todo lo anterior hace necesario generar
espacios para la discusión y para reconocer y articular los intereses presentes
en la comuna. Es urgente generar propuestas de trabajo que permitan resolver la
dualidad entre crecimiento urbano y el estilo de vida comunal.
Para ello
se propone definir una estrategia que tenga como objetivo permitir un desarrollo
urbano en armonÃa con el carácter socio espacial de la comuna. Ñuñoa ES el
tránsito armónico entre sus barrios.
Su propuesta se orienta a la
necesidad de hacer una revisión integral del Plan Regulador Comunal desde una
perspectiva técnica; identificar las zonas de interés patrimonial que deben ser
conservadas; crear instancias permanentes y efectivas de participación
ciudadana.
"La ultima modificación del Plan Regulador de Ñuñoa, en
Septiembre del 2004, modifica el plan regulador del año 1989. Contempló dentro
de sus principales temas las Zona de Renovación Urbana, principalmente en la
avenida Irarrázaval, reestructurándose en cuanto a permitir la construcción en
altura sin lÃmites de rasantes ni densidades.
Por consiguiente, desde el
año 2004 en adelante, se han aprobado más de cien mil metros cuadrados de nuevas
construcciones en departamentos en altura, muchos de los cuales se acogen al DS
40 del MINVU para optar al subsidio habitacional en zonas de renovación urbana.
"Un impacto importante que genera el aumento en las densidades y
alturas, es el daño a los modos de vida de los residentes que durante muchos
años han habitado en sus viviendas, y que pese al impacto en el aumento del
valor unitario del suelo, no logran resolver los aspectos más fundamentales del
hábitat."
"Los vecinos ven con sorpresa y temor como las nuevas
construcciones de más de quince pisos y con hasta cuatro niveles de
subterráneos, se levantan contiguas a las viviendas de dos pisos obteniendo no
tan solo la notable pérdida de plusvalÃa para la actividad que en esa propiedad
se desarrolla y de la calidad de vida de los barrios, sino que consecuencias
fÃsicas de daños en el interior de sus viviendas. Ello termina con el deseo de
emigrar de dichos espacios tradicionales."
"Todo esto en un proceso de corto
plazo donde los vecinos que carecen de información adecuada y que técnicamente
no comprenden los reales efectos de estos cambios y sin poder efectuar
reclamaciones ante sus autoridades, sienten una pérdida en la calidad del barrio
y por ende la destrucción ambiental de su calidad de vida que ha perdurado por
más de 60 años. Por otra parte, las formas en que se ha dado dicha discusión,
impiden EVALUAR EN FORMA OBJETIVA las ventajas y desventajas del instrumento de
planificación."
"Otro efecto que aparentemente no está resuelto son los
impactos viales y la falta de áreas verdes en proporción a la cantidad nueva de
habitantes producto de los nuevos edificios."
[1]
Plaza Ñuñoa, ejes oriente/poniente al sur de Irarrázaval y pequeños desarrollo
inmobiliarios en otros puntos comunales