Saturday, March 11, 2006 2:18 PM
Carta del poeta Máximo Simpson
Estimados lectores, colaboradores y amigos: mi caro
amigo, el poeta Máximo Simpson, me ha mandado copia de la carta que envió al
director de uno de los grandes vespertinos de Buenos Aires, con ocasión de una
nota del señor Vargas Llosa referida al presidente de Bolivia, Evo Morales. Ese
vespertino la ignoró. Para los lectores de Artesanías Literarias doy a conocer a
continuación el texto completo. A.A.
Sr.
Director:
En el
artículo titulado "Asoma en la región un nuevo racismo: indios contra blancos" (
La Nación , Buenos Aires, 20-01-06), el escritor Mario Vargas Llosa se
refiere a Bolivia y a su flamante presidente, Evo Morales. En mi opinión, Vargas
Llosa aplica erróneamente los conceptos que maneja. Y algunos hechos que
menciona son despojados del contexto histórico que les confiere sentido. No
puede aplicarse el concepto de "racismo" a dirigentes y comunidades que se
afianzan en su identidad y se asumen como sujetos con voz propia y capacidad
decisoria en lo que atañe a su propio destino, por el solo hecho de enfatizar el
propósito de poner fin a la más escandalosa desigualdad. No puede tacharse de
"racistas" a quienes, dentro del sistema democrático-representativo, se disponen
a acceder a la plena ciudadanía, al cabo de casi doscie ntos años de precaria
vida republicana. No puede tacharse de "racistas" a voceros e integrantes de
poblaciones indígenas que se disponen a lograr la aplicación efectiva de los
principios democrático-liberales de igualdad de derechos y oportunidades. El
novelista Vargas Llosa arguye, para restar densidad histórica al triunfo
electoral de Evo Morales, que no es la primera vez que un indígena ocupa la
Presidencia de ese país. Para evitar confusiones, es válido señalar que sí es la
primera vez que asume la Presidenciaun aymara que es un auténtico representante
de los indígenas bolivianos. Por otra parte, ya Túpac Amaru era consciente, al
lanzar su gran insurrección en 1780, del carácter multiétnico y multicultural de
las poblaciones que se proponía liberar de la servidumbre. Y para esa tarea
convocó tanto a indios como a criollos y mestizos. ¿Estará de más recordarle al
notable escritor que Evo Morales, muy explícitamete, se inspira en ese ejemplo?
Por último, Vargas Llosa sostiene, sin ofrecer pruebas, que el nuevo presidente
boliviano "es el emblemático criollo latinoamericano, trepador y latero". Deseo
aclarar, por si hace falta, que me inscribo en una corriente de pensamiento
crítico que se nutre tanto en fuentes de la filosofía liberal como en vertientes
de la tradición humanitaria y socialista. Aclaro, también, que no necesariamente
suscribo todas y cada una de las posturas políticas de Evo Morales. En cuanto a
la acusación de nacionalismo-racismo, cabe señalar lo siguiente: en países como
Bolivia, sumidos en la discriminación y en la más extrema indigencia, promover
el usufructo de sus recursos naturales y el protagonismo indígena no es una mera
"abstracción colectivista"; lejos de ello, constituye un legí ;timo acto de
justicia histórica.
Máximo Simpson Grinberg |