Marcos
Winocur
Jóvenes, presten atención. Vamos a comenzar el primero de los temas, que
es facilongo. Pregunta: ¿Por qué el helado se llama helado? Respuesta: El helado
se llama helado porque está helado. Y la conclusión lógica: Si el helado fuera
caliente se llamaría caliente en
lugar de helado. Y el negocio donde
se vende, calientería. Así, escena en
la calientería: me da un caliente de crema y fresa, por favor. Y si nos
planteamos aquí la conclusión lógica, se enuncia: el caliente se llama caliente
porque está caliente.
Muy bien, si este primer tema está comprendido, pasamos al segundo. ¿De
acuerdo...? Muy bien, presten atención, presten atención porque está medio
dificilongo. Ahí les va. Kant, el filósofo alemán, ha sido el mejor de todos los
kants posibles. Cantinflas, el cómico mexicano, ha sido el mejor de todos los
cantinflas posibles. Ahora bien, si Kant no hubiera nacido ¿qué habría pasado?
Kantinflas habría sido el filósofo más chusco posible. Pero pudo
suceder a la inversa. Si Cantinflas no hubiera nacido ¿qué habría pasado?
Cant habría sido el cómico más reflexivo posible.
¿Está claro? Déjenme decirles que a Kant le enKantaba Kantar en las
Kantinas mientras empinaba su Kantimplora. Se sabía una Kantidad de Kánticos,
siempre con la misma Kantilena: Kántaro, Kantera, Kantón, sin contar el
Kantueso. ¿Que no saben lo que es? Jóvenes, fíjense, no se los voy a decir,
busquen en los diccionarios.
Y bien, mis siempre bien amados alumnos: nunca he visto mayores bestias
peludas, atorranterráqueos, cerebros de mosquito, buenos para nada, que ustedes:
si se pone examen de ingreso a la primaria, lo reprueban. ¿Saben qué? Váyanse a sus
casas y pónganse a trabajar en algo útil y en lo posible no vuelvan más por
aquí, me tienen Kant ¿Kant qué? Ah, sí. Me tienen
Kantsado.